lunes, 21 de diciembre de 2009

Un remedio para la influenza ¡que ni te imaginas!





Por: Sabel Todd

Hace 150 años que salió al mercado el bicarbonato de sodio, popularizado por la empresa “Arm and Hammer“. Se deriva de un mineral que se encuentra en la naturaleza, y es una de las sustancias mas seguras y versátiles que pueda haber.

El bicarbonato de sodio se puede usar para hacer tareas de limpieza, como remedio para las quemaduras solares,

como  una alternativa para los desodorantes sin la toxicidad de estos y para cocinar entre otros usos. Mucha gente lo compra para alguna de estas aplicaciones. Nosotros en casa, por ejemplo, lo usamos en lugar de la pasta dental.

Sin embargo, el bicarbonato tiene propiedades medicinales de las que pocos estamos conscientes. Si se toma internamente, ayuda a mantener el balance de PH en el flujo sanguíneo. Este balance de PH es esencial para sus efectos contra los síntomas de los resfriados comunes y la influenza.

 En 1924, la compañía Arm and Hammer publicó un pequeño libro en el que dice:

El comprobado valor del Bicarbonato de Sodio de Arm and Hammer se encuentra evidenciado por la siguiente señal de un reconocido doctor, el renombrado Dr. Volney S. Cheney, en una carta enviada a la Church & Dwight Company:

“En 1918 y 1919, mientras hacia mi servicio en el Departamento de Salud Pública de Estados Unidos combatiendo la epidemia de influenza, me llamó fuertemente la atención que casi ninguna de las personas que habían sido previamente alcalinizadas usando bicarbonato de sodio contrajeron la enfermedad. Y los que si la contrajeron, si se alcalinizaban pronto, solo presentaban síntomas suaves.“

En la misma publicación, la Arm and Hammer recomienda las siguientes dosis:

Durante el primer día, cada dos horas, toma media cucharadita de bicarbonato disuelto en un vaso de agua. Haz esto seis veces durante todo ese día

Durante el segundo, tome media cucharadita en un vaso de agua cada dos horas, pero solo hazlo cuatro veces a lo largo de ese día.

En el tercero, tome una dosis por la mañana y otra por la tarde. Los días siguientes, toma la dosis solo una vez, por las mañanas, hasta que la enfermedad esté curada.

 Aunque aquí vimos la ayuda que el bicarbonato de sodio brinda al cuerpo a través de la alcalinización para sanar de los resfriados y la influenza, ese mismo efecto de alcalinización sirve contra otras enfermedades graves, como el cáncer.

Cuesta trabajo creerlo, pero como el bicarbonato es extremadamente barato y no se puede patentar, a las grandes compañías farmaceúticas no les conviene que se sepa… pero de eso hablaremos en mi siguiente artículo.

Sabel Todd

ACLARACIÓN:

Sabel Todd es una periodista especializada en el ramo de la salud y este artículo, como señala la nota, es preventivo, más no cura una Influenza ya contraída, por lo que tome sus providencias, acuérdese que esta nota esta señalada como remedio y corre la cura bajo sus propios riesgos. 

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